miércoles, 13 de febrero de 2002

Gracias a Dios, no le salió gorila

Por: Nicolás Toledo Alemán

Las declaraciones de José Vicente Rangel, ( El Nacional 12/08/01) y según las cuales “los venezolanos deberíamos darle gracias a Dios de que Chávez no nos salió gorila” son dignas de ingresar al altar de los lapsus (no brutis, sino linguae) más significativos de la política venezolana.
Para resaltar lo que según él es una virtud de Chávez, su ser demócrata, y tal vez sin proponérselo, termina por confirmar lo que algunos ya sospechábamos: que los civiles que acompañaron a Chávez en su intentona golpista del 92 se tiraron el albur, que apostaron sin conocerlo, que irresponsablemente se tiraron la jugada para luego ir yendo como fuera saliendo, que unieron las piezas de su Frankenstein rezando para que cuando se despertara le funcionara su corazoncito democrático, ese que, gracias a que lo tenemos la mayoría de los venezolanos, les ha permitido a Rangel y a los que son como él, medrar de nuestra política.



José Vicente fue tantas veces diputado como Alfaro Ucero, Lauría o Ramos Allup, (para citar a emblemáticos) fue más veces candidato presidencial que Carlos Andrés o Eduardo Fernández, pero en ambos roles pasó desapercibido, con más pena que glorias, basando todo su particular “prestigio” en denunciar corruptelas en el sector militar; corruptelas que ahora se descubren que, a) fueron falsas o sin fundamento pues él, siendo hoy Ministro de la Defensa estaría en posición privilegiada para meter presos a los que antes denunciaba y no lo ha hecho, o b) eran un arma para destruir integridades e instituciones en un plan muy bien urdido o, y esta es la tercera posibilidad, c) hoy está cerrando los ojos ante lo que antes denunciaba a pesar de que parece ser más grotesca y evidente que nunca la corrupción imperante, como una forma de pago a quienes le hacen el favorcito de mantenerle el oxígeno político.
Te la jugaste jotavé y no te salió gorila el militarcito, resultó tan demócrata como tú. ¡Que suerte tienen algunos!