Por: Nicolás Toledo Alemán
Los resultados anunciados en la madrugada por el CNE, no serán los resultados definitivos.El anuncio hecho por la rectora Tibisay
Hoy los titulares de la prensa mundial hablan de un resultado cerrado y de un Presidente demócrata que reconoce los resultados adversos y de un sistema electoral confiable y limpio.
Ese 88% de actas escrutadas (cifra basada en información periodística al momento de hacerse el anuncio) que supuestamente dio una diferencia de +/- 130.000 votos, a decir del CNE, suponen una tendencia irreversible. Si el resultado fue tan cerrado como dicen, esa frase tiene dos componentes que no pueden ser ambos verdad: o la diferencia no es de 130 mil votos, o faltando 12% de votos por escrutar, el resultado anunciado no puede ser irreversible. La única manera en que ambos componentes coexistan en una misma frase es que se conozcan ya los resultados del 100% de los votos y estos den una irreversible victoria al NO.
Las encuestas de
Ese boletín no habla de “los primeros 9 millones de votos (88%) que llegaron al CNE” sino de la mejor mezcla posible escogida con pinzas para complacer a Chávez. Eso era lo que cocinaban en esas largas horas entre las 8 y las 2 de la mañana. Por eso no dejaron entrar a los testigos del Bloque del NO a la sala de totalización.
Apuesto lo que sea a que, una vez se conozcan los resultados definitivos (para lo cual no debemos cejar en demandarlos) la victoria del NO será más contundente, abierta y ajustada al verdadero sentir soberano del pueblo venezolano.
El resultado real debe ser unos 5 ó 6% más para el NO.
Anótenlo.
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