lunes, 3 de diciembre de 2007

¿Quién puede asumir el timón?

Por: Nicolás Toledo Alemán


“Si gana el No tendré que iniciar un proceso profundo de reflexión y pensar, en los próximos cinco, en quién puede sustituirme. Al día siguiente pensaré en mi retirada, para ver quién puede asumir el timón”. Hugo Chávez


¿Quién se vislumbra como nuevo timonero? Veamos:
No puede ser Diosdado. En su empeño por ser el delfín ha tenido intervenciones públicas que lo descalifican: no vio más de 600 personas en la ave. Bolívar en la concentración del NO, por ejemplo. Aunque pensándolo bien, eso no le debe desagradar al líder, él mismo alienta ese tipo de trato contra el sentido común y la verdad. Al líder le debe importar si, el fracaso de Diosdado en movilizar a sus potenciales electores en el Estado Miranda donde el rechazo a la reforma debe ser uno de los más altos del país.
No puede ser Jorgito: si bien dio la cara ante los medios (si es que se le puede llamar cara a esa especie de careta guazonesca con alopecia con que se presentó en rueda de prensa) a él le corresponde ser el padre de la derrota ya que Chávez negará esa paternidad como lo hace cada vez que trae al mundo tortas.
No puede ser Jessie: si le traiciona el subconsciente tan fácilmente, dando ganador al NO dos días antes de las elecciones, como será cuando tenga que defender al indefendible que te conté cuando sea "el gobierno anterior".
No puede ser Iris, ni Cilia, ni Desiree porque sus anexos al proyecto original de Reforma la hicieron más intragable aún.
No puede ser ningún gobernador: ¿cómo serlo si ni siquiera movilizaron gente a los mitines ambulantes de empleados públicos, comprados unos, chantajeados todos?
No puede ser Nicolás: como serlo si a él le debe los fracasos más estrepitosos en política internacional amén de que no le pudo llevar unas cartas y unos videos hasta París a tiempo de mostrárselos a Sarkosy.
No puede ser Arias Cárdenas: cómo así si no le tiene el más mínimo respeto y lo tiene lejos tan sólo porque gallina no puede ver sal.
Tampoco puede ser William Lara: pues lo único peor que un Aló Presidente sería un Aló Presidente con William Lara.
No puede ser Rafael Ramirez: porque si le da más infulas ahora como delfín puede que deje de tapar los agujeros que hacen tan negra a la caja de Pdvsa.
Como faltan cinco años, tal vez y opte por preparar a Carlos Sierra el aguerrido dirigente de las faccios estudiantiles; ahora que todavía tiene tiempo de que se nos olvide que cobra tarifa de los cuerpos de seguridad de la Alcaldía de Caracas.
Una cosa será segura, el desfile de candidatos le garantizará al comandante tal vez una dicha que la mayor parte de los mortales nunca disfrutaremos: la de llegar a conocer cuán profunda es la soledad del que todo decide y nada le reconforta.

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